Museo Local o Casa Museo

«El tiempo es la distancia más larga entre dos lugares». Tennessee Williams

Imagen: Luke Roberston

Hoy os queremos hablar de esos museos que son los prototipos de entidades locales y regionales denominados casa museo, y que son espacio dedicados a un tema popular que tiene trascendencia en lugar. Estos equipamientos son muy numerosos en todo el mundo y casi todos tiene algo en común: son desordenádamente aburridos.

Imagen: Bansky

Cuando se pretende analizar las exposiciones permanentes de la mayoría de los museos locales (museos de ciudad y de comunidad), aquellos que no han tenido aun proyectos de renovación o remodelación, observaremos que todo está orientado a la exposición de piezas y punto. Son las piezas las que generan el contenido del museo. La consecuencia de esta forma de solucionar la exposición permanente es que el «relato» depende de las piezas expuestas (incluido arte) y como normalmente están ahí a la vista fruto del azar, es difícil que la estructura del relato tenga coherencia, tenga un principio y un final, tenga desarrollo comprensible para todos los públicos. En otras palabras, la exposición carece de interés general.

Archivo: EVE

Los fondos del museo local equivalen a un deposito-almacén d e las fuentes de historia local o comarcal-regional; sus piezas, sus fotografías, epigrafía, obras de arte, máquinas y artefactos, que tiene valor en cuanto son vestigios de un pasado. Ese pasado histórico solo se puede conocer a través de los objetos y restos y de la argumentación documental que se crea alrededor de ellos, los relatos que acompañan a esos objetos. hay que tener en cuenta que los objetos son testigos absolutamente mudos: las piedras, huesos, fragmentos apilados, obras de arte desordenadas, elementos todos descontextualizados, herramientas, etcétera.

Archivo: EVE

A partir de un objeto se puede construir una historia amena y didáctica que nos sirve para que ese objeto tenga su espacio en la historia (contextualización, incluso dramatización) y adquiera el verdadero valor que tiene. El objeto se convierte en una pieza interesante que deja de ser muda. Podremos saber no solo sus características morfológicas que son los primero que normalmente observamos y ahí se queda la cosa, sino que podremos dar respuesta a cuestiones fundamentales. Si replanteamos la exposición, por ejemplo sobre una necrópolis, observando los huesos podremos aprender sobre la salud, enfermedades, condiciones de vida, sobre el tipo de trabajos que desarrollaban esos individuos, sus creencias y sobre la imagen que tenían del mundo más allá de la muerte en contraposición con nuestra forma moderna de entender las cosas. Se trata de dar voz a aquello que enmudece encerrado en una vitrina insustancial. Todo los objetos son susceptibles de contarnos una bella historia o narrar un acontecimiento histórico de forma amena y para todos los espectros del entendimiento humano, no solo dirigido a especialistas y fans de la materia en cuestión.

Imagen: RoLu

Ocurre lo mismo con aquellos museos locales relacionados con las ciencias, la historia natural. Los medios de explicación son tarjetas escritas, libros abiertos, paneles de texto interminable… Una colección de fósiles puede ser testigo de historias apasionantes sobre la vida o seguir siendo un gabinete de curiosidades falto de interés para la mayoría de nosotros. ¿Cuáles son los mensajes que nos trasmiten los seres fosilizados? ¿Qué mensajes transmiten sobre la continuidad de la vida en nuestro planeta? Aquí lo importante es el relato, la historia bien narrada, lo secundario son los ejemplos con lo que ilustramos esa historia, es decir, los objetos de las vitrinas. Es por eso, que cuando el museo local-regional transmite vida, está trasmitiendo algo interesante para cualquiera de nosotros; y la vida nunca es aburrida ni anodina. Los que son aburridos hasta lo indecible son los museólogos que transforman algo fundamental, dinámico, cambiante y sorprendente en una serie de imágenes que carecen de interés para la mayoría.

Imagen: grainedit.com

El principio fundamental de la museología y la museografía modernas aplicadas a los museos pequeños y medianos de ciudades y regiones, de los que tanto hablamos y defendemos nosotros aquí, deben responder siempre a proyectos de vigencia universal que haga que los museos sean un lugar divertido y sorprendente donde emprendemos un montón de cosas.