Escultura de Marta Sánchez Luengo, Galería Sala Murillo
Arte es la creación de belleza en donde no había nada, solo silencio y vacío. Arte es un cálido abrazo en el alma. Arte es emoción, es emotividad, es modestia con generosidad, es la necesidad de dar gritos con un pincel o un buril, o de hacer música utilizando un color. Si vemos a un niño parado en la calle, observando tranquilamente a través del escaparate de una galería de nuestra pequeña ciudad la obra de un artista poco conocido, eso también es Arte. El arte de un hecho sencillo que difícilmente se ve. Y todo esto viene a partir de una reflexión una vez dejado ARCO atrás; ya pasó. Admiramos el derroche de voluntad, la lucha y el trabajo de las pequeñas galerías locales, las de nuestras ciudades pequeñas, para salir adelante en esta jungla de dificultades.
Ángel Hurtado de Saracho, sin título
Si alguien está sitiendo el peso de la crisis, son las galerías locales. No se pueden permitir un paso en falso y muchas están al borde de la desaparición. Por supuesto, la mayoría de éstas galerías no se pueden permitir acudir a ARCO y exhibir a sus artistas que para algunas son como hijos o familiares cercanos de tanto trato que tiene unos con otros. Nuestros galeristas locales son admirables. Muchos demuestran su pasión por el Arte no cerrando la puerta de su galería para siempre y nos consta que algunos se están quedando sin ahorros. Pero ahí siguen, al pie del cañón defendiendo la idea de que el Arte debe llegar a todos. Que todos tenemos derecho a levantarnos por la mañana y al abrir los ojos, encontrarnos con ese pedacito de emoción que hemos colgado de la pared y que es nuestro, que lo hemos elegido nosotros en nuestra galería favorita.
El escultor Herminio pasó de ser una apuesta de una pequeña galería a vender su obra en todo el mundo
¿Qué encontramos en las galerías locales? ¿Encontramos Avant Garde en las galerías locales? Los galeristas locales son personas con una soberbia sensibilidad para saber que es lo que acepta un público universal. Son personas que no se pueden permitir el lujo en estos momentos de hacer apuestas arriesgadas porque necesitan vender por encima de cualquier otra consideración o cierran sus negocios. Eso es algo muy serio. Son personas que buscan y buscan, observan y acaban ofreciendo oportunidades a artistas que de otra manera nunca serían conocidos. Algunos de estos artistas han despegado desde una callecita pequeña, oscura y apartada hacia los luminosos focos de la despreocupación y el tiempo para crear. Son ellos los que ofrecen oportunidades a los jóvenes artistas; hay que reconocerles ese maravilloso mérito que tienen y sobre todo ahora.
Javier Riera, «Fronteras de lo visible» en Galería Gema LLamazares
Las galerías locales siguen existiendo, esa suerte tenemos. Necesitan del apoyo del público, de todos nosotros. No es que vayamos a comprar, ¡ojalá pudiéramos hacerlo con frecuencia! Aunque es cierto que también hay obra al alcance de todos los bolsillos. Eso sí, podemos visitar su selección artítica como si estuviéramos en un pequeño museo, disfrutando de la belleza que ellos han salido a buscar para traértela a tu vencindario, mostrártela en la casi intimidad de sus salas. Hacen una labor tan importante que deberían estar exentos hasta de pagar por la electricidad que consumen. Menos mal que en España les bajan el IVA, algo es algo aunque nosotros no nos alegramos de las facilidades que tienen otros que realmente no se las merecen porque haberse convertido en supermercados de no se sabe qué y, curiosamente, eran los que tenían los stands más grandes en ARCO. Puestos a pedir al genio de la lámpara, deseamos que lo que no es belleza deje paso a lo que sí lo es y que así puedan seguir compartiéndola con todos nosotros…
Obra de López Herrera en la galería Van Dick
Annio Kannisto en Espacio Líquido
Eduard Sesma en Monticelli
Javier Ruiz en El Arte de lo Imposible
Andrés Rábago en Sala Cornión
Ricardo Mojardín, Galería Vértice
Favila en Sala Tioda
Manuel Arcorlo, sala Van Dick
Hola. Ante todo, felicitaros por vuestra página y por vuestra preocupación por el mundo del Arte y de la cultura en general. Tratáis los temas con muchísima sensibilidad y eso creo que nos llega muy al fondo. Son tiempos difíciles para los artistas, supongo que vosotros también lo estaréis sufriendo, y, aún así, no habéis dejado de infundir ánimo, escribiendo durante meses artículos bonitos e incluso esperanzadores. Muchas gracias. Estoy muy vinculada a las galerías de Arte y os aseguro que no son tiempo malos, son malísimos, pero, como bien decís, el Arte se lleva por dentro y hay que seguir ahí al pié del cañón. Poca gente alude a las pequeñas galerías que sobreviven como pueden y que, la mayoría de las veces, se sustentan con dinero propio. Gracias por el reconocimiento que hacéis hoy, de verdad. Enhorabuena por vuestro trabajo, ese trabajo desinteresado que tanto bien nos hace. Un saludo, María
Un millón de gracias por tu comentario María. Nosotros participamos de las dificultades en las que está envuelto el mundo del Arte desde el lado de las emociones fundamentalmente, muy alejados del mercantilismo salvaje al que está asediada la creación. Este mundo, desgraciadamente, está en manos de lobbies que solo se mueven con una motivación, el poder del dinero y hay que combatirlo si realmente queremos que algún día nos envuelva la Verdad para que nos proteja y vivamos tranquilos siendo definitivamente libres. La mediocridad lo ha invadido todo. Un saludo muy cordial desde aquí.
Hola, gracias por hacer un hueco al mudo de las Galerías. Soy galerista desde hace muchísimo tiempo y tengo que decir que, en los últimos años, la crisis nos ha afectado enormemente. Hace meses que no vendemos nada y las visitas escasean. Aún así, amamos tanto lo que hacemos que no nos planteamos tirar la toalla. Pasará. Poder acudir cada día a la Galería y estar rodeado de cosas bellas ya merece la pena. A veces te visita alguien curioso, aunque no compre, y aprendes cosas nuevas. A veces es algún amigo, y compartes con él ratos especiales.A veces eres tú solo, con un buen libro y una copa de vino. Las cosas especiales también tienen su precio. Un saludo J.Carlos.