Museos y Emociones -1-

Hoy abriremos como ayer una serie de entradas sobre los lugares más fascinantes en lo que a museos se refiere. Museos que han despertado en nosotros un interés especial, un momento de admiración, de emoción causada por la belleza del lugar o del momento vivido. No nos referimos tanto al edificio y su ubicación sino a sus colecciones. Son aquellos museos que han sido capaces de despertar vocaciones o han marcado el comienzo de un largo camino que esperamos que aun quede trecho por recorrer. Lo cierto es que son muchos y variados, por eso vamos a tener que hacer una selección bajo criterios geográficos, por lugares. Escribiremos varias entradas espaciadas en el tiempo, para no cansar o poner en juego vuestro interés, hablando de un museo aquí, otro allá, pero sin abusar. Hoy vamos a empezar por el país que para nosotros, actualmente, concentra el mayor número de museos mágicos, muy especiales, al menos para nosotros. Y hacemos este recorrido pensando también en los niños.

Nos gustaría también hacer desde aquí un homenaje a todos los que se han esforzado y trabajado duro para que vivamos momentos mágicos y aprendamos tantas cosas en los museos

Pues sí, pensando en los niños hacemos la selección de hoy pero también echando mano de la memoria y de los buenos recuerdos que se han ido acumulando con el tiempo. El Museo de Historia Natural de Londres siempre ha sido un lugar muy especial por múltiples y diferentes razones que no vamos a enumerar porque sería un rollo. Los que seguís este blog ya sabéis que nos gusta a rabiar, pero hay otro quizás más especial si cabe para nosotros. No es otro que el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York. Haremos que éste abra nuestra lista de 5 museos muy especiales y que os recomendamos visitéis algún dia y, si es con niños, pues mejor.

1. Museo Americano de Historia Natural de Nueva York
Para nosotros lo hace especial los maravillosos dioramas que reproducen habitats tanto de los animales del mundo, incluidos peces e insectos, como de diferentes razas. La zona dedicada a los indios de las llanuras del noroeste americano es muy bonita. La ballena azul que se encuentra en el centro de la sala dedicada al océano ya por si sola justifica la visita al museo. Para nosotros, esos son los hitos que lo diferencian del museo de Londres. Además, consideramos que la visita en Nueva York se hace más ordenada y es más interesante para los niños.

2. Museo Metropolitano de Nueva York (Met)
En un espectacular edificio a orillas de Central Park y unos minutos andando de la Fundación Guggenheim, se encuentra una de las colecciones de arte más espectaculares del mundo. Este es el tipo de museo que hay que recorrer por etapas, ni se os ocurra pensar que lo podéis ver en un solo día. Además de que puede resultar una visita agotadora puede hacer que os perdáis cosas importantes. No es tanto un museo para niños aunque programan docenas de actividades para ellos. La colección de impresionistas es fabulosa. Uno de los museos de mundo más inquieto a la hora de organizar exposiciones temporales.

3. Museo del Aire y del Espacio de Washington DC
Sin lugar a dudas, uno de los museos más espectaculares del mundo en su género. Tiene tanto que mostrar que han tenido que abrir otras dos sedes que en realidad son hangares. Se puede recorre en una sola visita pudiendo descansar mientras se disfruta de los documentales en el IMax 3D. En ocasiones Buzz Aldrin o incluso Neil Armstrong se dejan caer por allí a dar alguna charla – conseguir el autógrafo de Neil sobre la foto de la colocación de la bandera en la luna, sería un puntazo -. No dejéis de echar un vistazo a los posters que venden en la tienda del museo. Hasy también memorabilia para dar y tomar.

4. Museo Nacional de la Ilustración
Otra de nuestras debilidades que viene de tiempo atrás cuando leíamos y releíamos nuestros cuentos fijándonos sobre todo en las ilustraciones. Muchas de las ilustraciones de aquellos libros se encuentran dentro este fantástico edificio de Newport, uno de las zonas más bonitas en Estados Unidos, sobre todo en otoño. Otro sitio que se encuentra un tanto a desmano pero que merece la pena visitar. Nosotros lo que solemos hacer es alquilar un coche en Nueva York y viajar por carretera. Hay multitud de sitios de visita en la misma ruta que puede llegar hasta Maine, el estado del rugiente mar y de los acantilados tenebrosos.

5. The Museum of the Rockies, Montana
Damos un buen salto de costa a costa. Lo sabemos, está muy muy lejos de todos salvo de los que viven allí. Pero merece la pena. Es un museo un tanto extraño ya que mezcla un enorme patrimonio paleontológico – el estado de Montana es una de las zonas del mundo con una mayor riqueza en fósiles de todo tipo y condición -. Recomendamos que la visita se haga en verano haciéndola coincidir con los Pow Wows indios y con una visita al parque natural de Yellowstone, que está «muy cerca» de allí.

Montana,»el estado del gran cielo», es posiblemente uno de los estados más bellos de todos los Estados Unidos y del resto del mundo, tiene una naturaleza y diversidad espectaculares

Pues bien, este es un resumen de aquellos museos que de una manera u otra nos impactaron para siempre. Sabemos que con los tiempos que corren, hacer estas visitas y sobre todo con los peques no es fácil. El viaje a Montana es un dolor porque las combinaciones no son sencillas ni tan siquiera en avión, son muchas horas de viaje vengas de donde vengas. Si vais en coche desde Seattle, por ejemplo, que sepáis que en Montana no hay límite de velocidad pero sí toda clase de trampas en la carretera: animales cruzando, desprendimientos de piedras, riadas, pilotos de pruebas probando prototipos a toda castaña, etc. En Nueva York lo tendréis mucho más fácil incluso si vais con los niños. Recordad que hay varios museos con actividades muy divertidas para los nanos y que os ayudarán a tomar un respiro y hacer alguna cosa en pareja, por libre.

Buen viaje y que disfrutéis.