Moda en la Edad Media

IMG_5760 Cuando un señor medieval se decidía finalmente a darse un baño – todo un acto de valentía -, después debía guardar cama durante al menos una semana o más. Fue durante una conversación con un catedrático de historia medieval, ilustrándonos sobre usos y costumbres de la Edad Media (entre los siglos VII y XII), dejándonos muy impresionados con las anécdotas que nos contaba y despertando nuestra curiosidad. Preparábamos en aquellos días una exposición, en un castillo castellano, sobre la vida cotidiana de los hombres y mujeres de aquella época oscura, buscando concretamente documentación sobre la ropa que vestían en todas las capas sociales; sus adornos también formaban parte del estudio. Siguiendo con las curiosidades, nos comentaba que, en aquellos años remotos, los señores de la guerra no se quitaban «la ropa de trabajo» ni para dormir; hablamos de los caballeros de las Cruzadas, o los mismos Templarios, por ejemplo. Por eso guardaban cama después del baño con jabón, ya que su piel no soportaba la ropa una vez limpios de mugre. Incluso el roce de su piel con las sábanas les resultaba insoportable. El baño sólo se hacía cada unos cuantos meses o al año, sí se era señor. Si se era vasallo, ni eso. Después del baño se estaba muy expuesto a los hongos y bacterias, cuidándose muy mucho de entrar en contacto con otros que pudieran contagiar un mal solo con aproximarse. Parece exagerado, pero así era. La limpieza no era precisamente algo cotidiano en aquellos tiempos, ni en hombres, ni tampoco entre las mujeres. Por eso las enfermedades – caso de la peste – proliferaban, provocando un índice de mortalidad desmesurado sí lo comparamos con la época actual. Nuestra fina pituitaria no soportaría ni un minuto «los olores de la vida medieval».

BreghelElViejo1 Cuando hemos tenidos que fabricar facsímiles de ropa y enseres medievales, muchas veces hemos recurrido a la pintura para saber como se vestía en aquella época – Brueghel el Viejo siempre ha sido de mucha ayuda en una etapa concreta – http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/personajes/gal1424-1.htm

Una de las fases más apasionantes en el desarrollo de todo proyecto museográfico, es la que corresponde a la documentación previa, a la búsqueda del conocimiento en profundidad de la materia de la exposición. Cosas tan aparentemente simples para el visitante a un museo como observar una vitrina que expone, por poner un ejemplo, la reproducción de los instrumentos que utilizaba un curandero en la España del siglo XII, nos puede llevar muchos meses de investigación y una compleja tarea de reproducción si el instrumento no existe o se ha perdido. Es un proceso de aprendizaje continuo en el que la ayuda de la universidad es imprescindible. Opinamos que sí no fuera por la ayuda desinteresada de hombres y mujeres profesores de estos centros docentes, sería casi imposible saber con criterio científico como era cada cosa, cada elemento, cada costumbre, en cada época de la historia. Como os comentábamos anteriormente, la pintura siempre ha sido de gran ayuda si nos referimos a la reproducción de la vida medieval, desde nuestro punto de vista una de las más complicadas etapas en la historia de la humanidad para ser «revivida». Pero vamos a seguir hablando del estudio y las reproducciones de la indumentaria medieval, y así podremos aproximarnos a una parte importante en el conocimiento del día a día de la época.

IMG_5896 Reproducir las vestimentas y enseres de la época medieval en Castilla, no es fácil (reproducciones realizadas por EVE para el Castillo de Ponferrada – http://www.ponferrada.org/turismo/es/monumentos/castillo-templarios -)

Por supuesto, tomamos muy buena nota de lo que nos cuentan los especialistas historiadores para tener una referencia, lo más aproximada posible, a los husos y costumbres del medievo en España. Hay que tener en cuenta además, que eso funciona por zonas geográficas. No es lo mismo en absoluto la época medieval en el norte de España que en el sur: la influencia árabe o la influencia bárbara del norte. Cada zona geográfica tiene una «idiosincrasia» histórica y hay que recurrir a especialistas. Si entramos en detalle de lo que vestía un noble caballero, nos encontramos con: la ropa interior consistía en un calzón y camiseta de hilo. Medias de lana cubrían las piernas. Una prenda acolchada conocida por varios nombres, tales como gambesón, que consistía en una capa de acolchado que, o bien estaba cosida con un relleno de telas o rellenas con ropa de cama o incluso hierba. Esta prenda era muy importante, ya que impedía que la armadura provocara rozaduras en la «curtida» piel del caballero. También servía como relleno para un blindaje adicional. Luego se colocaba la túnica, con un cinturón alrededor de la cintura y era esta prenda la que se colocaba sobre la armadura. El jubón estaba adornado con el escudo de armas o dibujos del caballero con el fin de identificar al mismo en la batalla, como para un jugador de fútbol su camiseta identificativa del equipo. La armadura estaba formada por una muy pesada cota de malla y placas de hierro que con la humedad se oxidaban cubriendo los ropajes de manchurrones marrones. Las diferentes piezas de metal cubrían las partes más vulnerables del cuerpo de un caballero. Todo el equipo era tan pesado que se subían al caballo usando unas grúas de madera. Si el caballero armado caía al suelo no se podía levantar, nada parecido a lo que se ve en las películas. Los escuderos estaban para eso, entre otras cosas, fundamentalmente para levantar a su amo del suelo. El casco se colocaba sobre lo que se denomina barbour, nunca iba directamente sobre la cabeza. Por la parte inferior tenía una mentonera que servía para «guardar» la barba y así no pillarse los pelos con el cierre del casco. Este es un ejemplo entre otros muchos, ya que a partir de aquí hay mucho más: traje de gala, traje de paseo, traje de entrenamiento, etc… LLegamos a un nivel de conocimiento que, cuando vemos películas medievales, no hacemos más que fijarnos en los numerosos fallos y anacronismos que generalmente se muestran normalmente en ellas. Lo mismo que comentábamos en una entrada anterior sobre los gladiadores. Pero si te pones en manos de verdaderos prefesionales, todo cambia. (Entrada: «Los Gladiadores de Nimes»)

IMG_5782 La reproducción de detalles de los complementos de la vestimenta medieval como es el calzado del siglo XII, es muy complicado al carecer, en algunos casos, de referencias visuales concretas

«Sastrería Cornejo» – http://www.sastreriacornejo.com/ – es también un referente en España en lo que se refiere a la documentación sobre ropa, complementos, armas y enseres históricos. Este negocio centenario con sede en Madrid es imprescindible para la producción de cine, teatro y series históricas. Con una enorme nave en Guadalajara que es todo un espectáculo para el visitante-cliente, prácticamente lo tiene todo, sobre cualquier época histórica en España. No entrando en detalles especialmente complejos, la «sastrería del cine histórico» a nosotros nos ha sacado de más de un apuro. Si necesitamos saber como vestía un campesino gallego del siglo XVII, es el sitio al que hay que ir, una vez que el especialista historiador nos haya informado previamente de esa época y lugar, por supuesto. La mayor parte de la ropa que se usa en las producciones de época en España, vienen de Sastrería Cornejo. «Tiempo entre costuras», serie que emite actualmente Antena 3, tiene a Cornejo como su proveedor de vestuario.

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El almacén-hangar que Sastería Cornejo tiene en Guadalajara es todo un espectáculo que merece la pena visitar (con el permiso previo de dirección)

Los enseres, la reproducción facsimilar de elementos de la vida cotidiana medieval, es lo más complejo de todo. Aquí no existe un «Cornejo» que pueda ayudar. Casi todo lo que hemos expuesto ha sido fabricado y es ahí donde realmente la pintura tiene tanta importancia. También nos apoyamos en los dibujos de los códices, aunque éstos últimos no destacan por el detalle. Si necesitamos saber como era una copa de vino, un tenedor, la ropa de mesa, deberemos apoyarnos en la pintura de la época. La visita a museos de arte o recurrir a bibliografía es fundamental siempre bajo la coordinación de un experto. Seguiremos hablando de este área de la museografía que a nosotros nos resulta fascinante en próximas entradas.

IMG_5785 Hasta la reproducción de lo que era un cubo de agua del siglo XII resulta todo un reto

Una referencia muy interesante y que sin duda merece una visita es el «Museo de las Telas Medievales de Burgos» – http://www.museodeburgos.com/index.php?option=com_content&task=section&id=16&Itemid=149 – Guardan los vestigios de ropajes medievales mejor conservados de España.

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