Museos: Su Concepto de Comunicación

Museos: Su Concepto de Comunicación

Referencias: André Desvallées y François Mairesse (Eds.). Key Concepts of Museology. 2010. Disponible en 9 idiomas en: http://icom.museum/professional-standards/key-concepts-of-museology/

COMUNICACIÓN

s. f. – Equivalente ing.: communication; fr.: communication; al.: Kommunikation; it.: communicazione; port.: communicaçāo.

La comunicación (C) consiste en transmitir una información entre uno o varios emisores (E) y uno o varios receptores (R) por medio de un canal (modelo ECR de Lasswell, 1948). Su concepto es tan general que no se limita a los procesos humanos, portadores de información de carácter semántico, sino que se encuentra tanto en las máquinas como en el mundo animal o la vida social (Wiener, 1948). El término tiene dos acepciones usuales que, en diferentes grados, existen en los museos según sea el fenómeno recíproco (E↔C↔R) o no (E→C→R). En el primer caso, la comunicación se llama interactiva y en el segundo, unilateral y dilatada en el tiempo. Cuando es unilateral y opera en el tiempo y no solamente en el espacio, la comunicación se llama transmisión (R. Debray, 2000).

14344ae118410ba1a2339d99b93e9a75Sloche, Havas Worldwide Canadá

En el contexto museal, la comunicación aparece como la presentación de los resultados de la investigación efectuada en la colección (catálogos, artículos, conferencias, exposiciones) y a la vez como la disposición de los objetos que la componen (exposición permanente e información ligada a ella). “Esta toma de partido presenta a la exhibición como parte integrante del proceso de investigación, pero también como elemento de un sistema de comunicación más general que comprende, por ejemplo, las publicaciones científicas”. Es esta lógica la que prevalece en el sistema PRC (Preservación-Investigación-Comunicación) propuesto por la Reinwardt Academy que incluye, en el proceso de comunicación, las funciones de exhibición, publicación y educación llevadas a cabo en el museo.

2239a7b61e615d016c474bbfb89c1506Museum of Modern Art (NY, EEUU), P/D3 Collage Studies

1. La utilización de este término no tiene nada de evidente, a pesar de que hasta 2007 el ICOM lo aplica para su definición, donde señala que el museo “realiza investigaciones concernientes a los testimonios materiales del hombre y de su medio ambiente, los adquiere, los comunica y especialmente los expone”. Hasta la segunda mitad del siglo XX, la principal función del museo consistía en preservar las riquezas culturales o naturales acumuladas, y eventualmente exhibirlas, sin formular explícitamente la intención de comunicarlas; vale decir, de hacer circular un mensaje o una información para un público receptor. Cuando en los años ’90 uno se preguntaba si el museo era verdaderamente un medio (Davallon, 1992; Rasse, 1999), esto acontecía porque su función de comunicación no era evidente para todos. Por una parte, la idea de mensaje museal sólo aparece mucho más tarde, especialmente con las exposiciones temáticas donde prevalece por años la intención didáctica; por la otra, durante largo tiempo el receptor sigue siendo un desconocido y sólo en épocas recientes se desarrollan estudios de fidelización y encuestas de público. Desde esta perspectiva, puesta de relieve por la definición del ICOM, la comunicación museal se presenta como la manera de compartir los objetos que forman parte de la colección y del mismo modo las informaciones resultantes de las investigaciones efectuadas con los diferentes públicos.

a1f5265471eba35582e502a4eac8aee3Mad Surprize Award

2. En este documento se propone relevar la especificidad de la comunicación ejercida por el museo: (1) a menudo es unilateral, es decir, sin posibilidad de respuesta por parte del público receptor, del que se ha subrayado con justicia su excesiva pasividad (Mc Luhan y Parker, 1969). Este hecho no impide al visitante participar (en forma interactiva o no) en ese tipo de comunicación (Hooper-Greenhill, 1991); (2) en esencia, la comunicación no es verbal y no se parece a la lectura de un texto (Davallon, 1992) ya que opera por medio de la presentación sensible de los objetos expuestos. “En tanto sistema de comunicación, el museo depende del lenguaje no verbal de los objetos y de los fenómenos observables. Es en principio y ante todo un lenguaje visual que puede transformarse en lenguaje audible o táctil. Su poder de comunicación es tan intenso que su utilización, en el plano ético, debe ser prioridad para los profesionales de museos”. (Cameron, 1968).

76260713a6a0f29a62a2326ff1bedd63Exposición SYH-Phon (Sonido-lenguaje)

3. Hacia fines del siglo XX, y de manera más general, la comunicación se impone progresivamente como principio motor del funcionamiento del museo. En este sentido, el museo comunica por medio de un método que le es propio, pero también utilizando otras técnicas, a riesgo quizá de reducir su inversión en aquello que tiene de más específico. Numerosos museos – los más importantes – disponen de una “Dirección de público” o de una “Dirección de programas públicos” que desarrollan actividades destinadas a comunicar y a abordar públicos diversos situados en su mira, a través de actividades clásicas o innovadoras (eventos, encuentros, publicaciones, animaciones “fuera de sede” etc.). En este contexto, las importantes inversiones realizadas en Internet por parte de los museos completan de manera significativa la lógica de la comunicación museal. Surgen así numerosas exposiciones digitales o ciberexposiciones (dominio en el cual el museo puede presentar una experiencia real), así como catálogos en línea, foros de discusión más o menos sofisticados y numerosas incursiones en las redes sociales (You Tube, Twitter, Facebook, etc.).

a24d333dc643b0bb06855028791c24c0«I made you look», The Culture of Seduction

4. El debate respecto a la modalidad de la comunicación operada por el museo plantea problemas de transmisión. La falta crónica de interactividad en dicha comunicación conduce a preguntarse qué se debe hacer al solicitar la participación del visitante para tornarlo más activo (Mc Luhan, Parker, 2008 [1969]). Ciertamente, se pueden suprimir los carteles y aún la trama narrativa o hilo conductor (story line), para que el público construya por sí mismo la lógica de su recorrido, pero esto tampoco logra hacer interactiva la comunicación. Los únicos lugares donde se desarrolla cierta interactividad (el Palacio del Descubrimiento y la Ciudad de las Ciencias y de la Industria de La Villette, en París o el Exploratorium de San Francisco), semejan parques de diversiones que multiplican las atracciones de carácter lúdico. Pareciera, sin embargo, que la verdadera tarea del museo está más próxima a una transmisión entendida como comunicación unilateral en el tiempo que permite a cada uno apropiarse del bagaje cultural, asegurando así su humanización y su socialización.

1741cc22a968fd59aeb18928772b5e68Exposición «Tanto Mar», Portugueses fuera de Portugal

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Fotografía principal y para redes sociales: Exposición «Tanto Mar», Portugueses fuera de Portugal

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