Ideas para el Museo Local – XVI

Ideas para el Museo Local – XVI

Si hay que colocar textos… ¡qué horror! cuanto más breves, mejor.

Nunca se nos olvidará la mirada perdida de un niño ante un gigantesco panel lleno a rebosar de textos y gráficos incomprensibles sobre la evolución del hombre, colocado en un museo recién inaugurado sobre la prehistoria local y que había costado una millonada. Para un profesional de los museos como nosotros ver este tipo de cosas nos revuelve la sangre – y vemos muchas, muchísimas-. Y esa indignación no es solo observando también como circulan sacos de dinero por delante de nuestra narices como si fueran nubes en una tormenta, es comprobar que se perpetra en los museos finalmente con ese dineral, y como se utilizan recursos públicos para alejar a la gente de los museos. Finalmente, el visitante del museo, como aquel niño, es víctima de tanta estupidez, ignorancia y corrupción. Otro gigantesco contrasentido es aquel que describe como ese mismo niño-niña u otro-otra, da igual, observa con cara de absoluta incomprensión una escultura o un cuadro en un museo de arte moderno. Hay «expertos» que opinan que los textos están para apoyar la explicación de algo que a simple vista el vulgo no entiende, un objeto o una obra de arte. Si la gente de la cale no lo entiende, ¿qué hace expuesto en el museo así? Pues nada, inundemos los museos de más cartelones insufribles para intentar comprender lo incomprensible… Y nos sigue bullendo la sangre al comprobar que estamos en manos de una muy poblada élite de super-expertos.

strictly-no-elephantsArchivo EVE

Si los textos han de existir en los museos, por la razón que sea, por la decisión que sea de quien sea, intentemos poner un poco de sentido común en su elaboración y colocación. Lo resumiremos en 10 puntos:

1. Se debe crear contraste entre el color del fondo y el del texto, letras negras sobre fondo blanco siempre funcionará.

2. El tamaño de las letras debe ser un término medio entre que ese tamaño ya no mejore la lectura del texto, y bajarlo signifique que haya que ser «ojo de águila» para leerlo. Hay que pensar que no todos tenemos la misma agudeza visual, es importante.

3. Sobre tipos de letra, hay acuerdo en que las que mejor se leen son las del tipo Times Roman, con serifa: el palito con el que se rematan las letras.

4. La longitud de las líneas del texto no debe hacernos mover la cabeza como si estuviéramos asistiendo a un partido de tenis.

5. El espaciado de las líneas debe tener armonía, ayudando a que la lectura sea sencilla a la vista.

6. Los textos no pueden ser largos y densos; los visitantes pueden agotarse fácilmente cuando se les obliga a leer treinta o más carteles. No digamos los niños-niñas.

7. Las frases deben ser cortas y simples, no más de quince palabras. Evitar al máximo los términos que apuntan los eruditos, siempre que se puedan sustituir por las palabras que usamos en la calle. Sigamos pensando en los niños-niñas.

8. Las frases deben tener sujeto, verbo y predicado: la lógica de la sintaxis.

9. Los paneles de texto deben colocarse al alcance de la vista de los niños-niñas y personas que pueden tener dificultades de visión. Facilitar unos prismáticos a los visitantes para que puedan así leer los paneles cuesta una fortuna; es una mala idea.

10. Los titulares en vertical que se pueden ver en muchos paneles lo único que ayudan es a que salgamos del museo con tortícolis.

250353513158_OomSX2VA_lImagen: Creative Spark

Además de todo esto, los textos deben ser motivadores, plantear preguntas, curiosidades, incitar a que sigamos leyendo como si se tratara de una novela de intriga y acción. Hay que evitar lo obvio; si colocamos un cartel en el que se lee «VASIJA» colocado delante de una vasija, le estaremos tomando el pelo al visitante. Las palabras destacadas deben generar ideas, no describir lo obvio. Hay que tener en cuenta que la exposición en realidad es un sistema de comunicación que pretende hacer amable el conocimiento al visitante, sea cual sea su condición. Los textos debe ser claros y transmitir con facilidad los contenidos. Un buen referente a lo que apuntamos hoy aquí es la redacción de una noticia corta en la portada de un periódico: ir al grano pero generando curiosidad por el contenido. Cuanto más cortos sean los textos, más van a ser leídos por los visitantes. Y siempre que sea posible que los textos vayan acompañados de gráfica: fotografías y/o ilustraciones.

horse-smallArchivo EVE

IDEAS QUE CUESTAN POCO DINERO:

En algunas ocasiones hemos visto como se organizaban mercadillos en museos. Estos espacios comerciales informales se pueden promover en intervalos de tiempo regulares para generar la costumbre de ir por el museo, si no es para visitarlo, al menos que la gente se pase para comprar alguna cosilla. Organizar mercadillos temáticos es más que recomendable, organizando estos encuentros con asociaciones de artesanos y comerciantes locales. Y no hay que olvidar la posibilidad de que se impliquen también los medios de comunicación locales, en definitiva todo apunta a la promoción del conocimiento del museo en la población local, que es la que no suele visitar los museos de su ciudad.

4df6a9832ce00Imagen: New Zealand, Special Group

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4 comentarios en «Ideas para el Museo Local – XVI»

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